Las relaciones de pareja tienen fama de poder ser complicadas en determinados momentos, pero si lo pensamos con un poco de detenimiento nos daremos cuenta de que las amistades también tienen sus complicaciones. Cada persona se desarrolla de un modo diferente a otra, elige un camino que le puede separar de sus amigos y conoce a nueva gente que también puede suponer un alejamiento.
La amistad, como cualquier otra relación íntima, pasa por distintas fases. El caso es saber adaptarse a cada una de ella y tratar de hacerlo evitando conflictos que pueden hacer que se acabe por resentir. Tampoco son todas iguales, hay relaciones más superficiales con determinados amigos y luego está la que tienes con tu mejor amigo, esa persona a la que puedes decirle de todo sin temor a que pueda crearse un conflicto.
Sin embargo hay ocasiones en que parece que no se pueden comentar todas las cosas, incluso que se ha perdido la confianza para discutir determinados temas con ese que era tu mejor amigo. Suele ocurrir esto cuando entran en escena nuevas personas. Pueden ser compañeros de clase, de trabajo o una novia.
La entrada de la novia
En este último caso entra el componente amoroso-afectivo y el hecho de que ella y tú no estáis al mismo nivel, sobre todo cuando parece que la cosa va en serio. Ella será la persona con la que pasará el resto de su vida, con la que formará una familia... En resumidas cuentas: ella puede darle algo que tú no y ese algo es lo que a él, en esos momentos, más le interesa.
En ocasiones la aparición de una pareja en su vida supone que renuncie a otras personas con las que pasaba mucho tiempo hasta entonces. Ahí entran los amigos, damnificados y olvidados en muchas ocasiones de los nuevos amores. Es una cuestión de organización, de reparto del tiempo libre y en la mayor parte de los casos se hace prácticamente sin darse cuenta.
Es obvio que cuando alguien tiene una pareja -y si antes no la tenía- tendrá que organizar su tiempo de otra manera. Para poder estar con la chica habrá de restar horas de ocio de otros sitios, y éste suele pertenecer siempre a los amigos. De ahí que en ocasiones pueda dar la sensación de que los deja de lado y acabe generando algún que otro enfado.
Quedadas en grupo con más gente
El chico seguirá quedando con sus amigos de manera más o menos asidua, pero de un modo diferente a como lo hacía antes. Y eso puede no acabar de gustar al que era -y probablemente siga siendo- su mejor amigo. Cuando no se tiene tanto tiempo libre para dedicar a las amistades lo que se suele hacer es organizar quedadas grupales. Ya no vais a ser vosotros dos juntos tomándoos unas cañas, probablemente aproveche para llamar y ver a otros amigos del barrio, e incluso se traiga a su novia. Y se perderá la intimidad que antes teníais.
Sentirse relegado y triste
De ocurrir esto es normal que el amigo que se siente abandonado se entristezca llegando al enfado y viendo que no es solo que se quede en soledad, sino que el poco tiempo que tiene para estar con su mejor amigo tiene que compartirlo con todos. Hay que tener en cuenta que si el cambio de actitud del que se echa novia es entendible por las razones que vimos anteriormente también es normal que el amigo al que ha dejado de lado se sienta despechado. Puede sentir que sin motivo alguno se ha visto desterrado a una soledad que no buscaba y que tampoco le gusta.
En ocasiones el cambio de actitud y la sensación de haber perdido la amistad va sucediendo de manera paulatina, con lo que las dos partes se acostumbran con cierta normalidad a ella. Pero cuando ocurre en poco tiempo, poco menos que de golpe, es normal que el amigo que se siente abandonado también esté enfadado y decepcionado.
Ella es su novia y tú, su amigo
Este enfado puede acabar en culpar de la situación a la novia de tu mejor amigo. Puedes llegar a pensar que ella es la razón de que os hayáis separado, que no le conviene y que no le caes bien. Llegados a este punto ya damos por hecho que ella a ti tampoco.
En ocasiones, los sentimientos que nos pueda despertar la novia de un amigo son infundados y pueden verse afectados por ciertos celos que podamos sentir. Puede que el hecho de que no veas a tu mejor amigo sea porque a ella no le gustas y trata de influirte. Pero también puede ser porque él prefiere estar con ella o, lo que ocurre en la mayor parte de los casos, se debe a las circunstancias y no tiene intención de hacerte daño.
Has de tener en cuenta que tú y ella sois dos personas completamente diferentes y representáis cosas muy distintas para esa persona que tenéis en común. Ella es su novia, tú su mejor amigo. No os podéis equiparar y por el bien de él es mejor que os llevéis bien si es posible.
Habla con tu amigo
Por ello y antes de refugiarte en tu soledad y pensar que tu mejor amigo está en tu contra, incluso que todo el mundo lo está, lo mejor es hablarlo. Llámalo y queda con él a solas y si no es posible hablar por teléfono o por videoconferencia. En la mayor parte de los casos no es más que un malentendido. Probablemente él no sepa de tu enfado, ni siquiera haya tomado conciencia de como vuestra relación se ha ido enfriando. Una vez que habéis aclarado las cosas lo normal es que los dos mostréis interés por recuperar la amistad que os unía.
Debéis poner los dos de vuestra parte. No puede ser tan difícil organizarse y hacer cosas en común si es que antes las hacíais. Programar un día a la semana en que vayáis a veros, los dos solos sin más gente. Puede ser para tomar unas cañas, para comer en el hueco de la jornada laboral o para ir a ver un partido el domingo. Ese será vuestro momento especial. Pero tampoco debéis renunciar a pasar tiempo acompañados de otras personas. Así podéis quedar con más amigos y a esas reuniones se puede traer alguna vez a su novia, para que veas si de verdad es tan mala como te imaginabas o todo lo contrario. Ambos tenéis que poner de vuestra parte para veros.
Sucede a veces que quienes se echan pareja creen que su tiempo es más valioso y limitado que el de sus amigos solteros y por ello han de ser estos los que siempre cedan a la hora de organizar cosas para hacer. Vale que puede que tengas una mayor disponibilidad, pero tampoco tiene que significar que tengas que poner tu vida patas arriba para encajar en la suya o soportar continuos desplantes.
No te aísles
Tampoco tienes que estar en casa en soledad esperando a que tu mejor amigo te llame para salir. Amplía tus horizontes sociales y haz nuevos amigos, échate novia, recupera alguna amistad perdida e incluso búscate hobbies para hacer en solitario o conocer gente nueva. La aparición de nuevas personas en tu vida no tiene que significar que vayas a olvidar o dejar de lado a tu mejor amigo, solo que no puedes renunciar a ella por él.