La rutina en una relación es una de las principales causas que provocan crisis, crisis que pueden acabar convirtiéndose en rupturas que podrían haber sido evitadas si los dos miembros de la pareja hubiera puesto un poco de su parte. En ocasiones no es que ya no haya amor y no es que haya pasado nada grave, es simplemente que se ha acabado la pasión y se ha entrado en una espiral de monotonía que ha terminado dinamitando el noviazgo o el matrimonio.
Lo mejor para recuperar el entusiasmo perdido y la ilusión de los primeros meses es olvidarnos de los problemas del día a día, el estrés laboral y buscar una noche o unos días para demostrarle a tu pareja que todavía no habéis perdido la pasión, uno de los motores de la pareja.
Es normal que a medida que la relación se va consolidando y se pasa la fase del enamoramiento, la pasión se transforma y la sentimos de manera distinta, aunque eso no quiere decir que la historia de amor sea mejor, ni peor, sino que se entra en una nueva fase en la que hay que trabajar otras cosas. Los comienzos siempre son muy muy pasionales, cualquier momento y lugar es bueno para desatar la pasión, pero a medida que la relación se consolida y se normaliza, todo empieza a ser algo más monótono. No se acaba el amor ni mucho menos, pero sí es cierto que la pasión se queda algo más apagada y se relega a un segundo plano. Si el segundo plano termian siendo tercero, puede que estés ante un grave problema que podría dejarte sin celebrar más con esta persona el día de San Valentín.
En el caso de que estéis pasando por una crisis pasional, existen diferentes formas de recuperar esa pasión olvidada. Lo que no podemos hacer es adoptar una actitud pasiva y conformista y dar por hecho que no existe remedio. A veces solo tenemos que salir del escenario habitual para recuperar la complicidad y el deseo, dos amigos que estuvieron un día en nuestro noviazgo y/o matrimonio y que siempre están invitados a quedarse.
Planes románticos
Salir una noche a cenar es una de las mejores opciones si ahora mismo no podéis permitiros un viaje o una escapada express. Puedes sorprender a tu pareja llevándole a un restaurante romántico. Buscad un lugar íntimo y hacedlo vuestro, promover el diálogo y sobre todo apostad por los besos y las caricias.
Hay que saber desconectar y olvidarse de la rutina
Lo mejor para desconectar en compañía de la persona que queremos, es escaparnos a un lugar en el que poder centrarnos en la relación, por ejemplo una casa rural. Elige un lugar en el que puedas olvidarte de los móviles, internet, etc, para alejarte del estrés y la rutina del trabajo.
Un masaje para dos también es una buena opción para relajarse en pareja si vuestro problema es el cansancio. Es un buen plan que puede dar lugar a fantasías debido a la cercanía y a que estaréis ligeros de ropa.
Seguro que si pones empeño encontrarás un montón de planes que podréis disfrutar en pareja. La pasión es algo que nunca se debe perder si queremos que la relación sea feliz y duradera. Si el amor permanece intacto no nos tendremos que preocupar por recuperar la relación.