Una relación de pareja pasa por distintas fases en función del compromiso que se tenga. Conocer a la familia de la otra parte es uno de los momentos que marca en que momento de la relación se está, como también lo es acudir por primera vez a una boda familiar. En ambos casos no hay una norma escrita de cuándo debe hacerse, ya se sabe que cada relación es diferente y maneja tiempos distintos.
Además, puede darse la situación de que ninguno de los dos miembros de la pareja tenga una boda tan próxima en mucho tiempo, por lo que se demora la asistencia. También puede haber circunstancias que impidan acudir al enlace, lo que hace que el debate desaparezca.
Aún así hay una serie de aspectos a tener en cuenta antes de decidir si es el momento adecuado de llevar a tu pareja a la boda de un familiar o si sería mejor dejarlo para más adelante. En primer lugar está el hecho de que te plantees esa posibilidad, porque si ni siquiera lo piensas queda claro que no debes hacerlo.
También has de tener en cuenta qué piensa tu pareja al respecto, porque si no se siente cómoda acudiendo a un encuentro de la familia como éste es mejor desechar la opción también. Y no sucumbas a presiones ajenas, como puede ser la de tu madre o tus tías. ¿Qué más hay que tener en cuenta?
Compromiso con el acompañante
En España una boda es un acontecimiento social muy importante en que se está pendiente de todos los detalles, incluso de los que tienen que ver con los invitados. No es habitual llevar como acompañante a alguien que acabas de conocer o que es un simple amigo, el hecho de elegir a una persona para que vaya contigo supone dar muestras de un compromiso existente.
O lo que es lo mismo: al introducirlo en una boda familiar estás dando a entender que seguirá acudiendo a eventos similares y que ya pueden ir acostumbrándose a vuestra relación. Viene a ser algo así como la presentación en público de la pareja y eso añade muchas tensiones. Llevar a una persona con la que acabas de empezar o de cuyo futuro juntos no estás segura por el mero hecho de demostrar que tienes pareja o por no ser la única soltero no es nada recomendable, porque puede acabar mal.
Aspectos positivos
En este sentido, cuando uno cree que ha llegado el momento de presentar a tu pareja a tu familia una boda puede ser un buen momento porque evitarás tener que quedar un día con un tío, otro día con otro, a la semana siguiente con los primos del pueblo... y tampoco habrá malos entendidos ni discusiones por quién lo conoce antes.
Es una forma de poner las cosas al mismo nivel y quitarse ese trámite de encima de una sola vez. Puedes pensar que es una presión para la relación, pero también que es una forma de quitártela de encima en un solo día. Además, es la boda de otra pareja, así que aunque tengáis algo de protagonismo no dejáis de ser unos invitados más y son los novios de quienes estarán todos pendientes.
Qué puede hacerte dudar
Si estáis seguros de vuestra relación y creéis que lo vuestro va a ser duradero, incluso estáis pensando en casaros vosotros mismos, no cabe duda de que es el momento de llevar a tu pareja a una boda familiar. Pero si no lo estáis puede ser contraproducente. Ten en cuenta que estaréis sometidos a presión y que si en una boda se suele juzgar el estilismo y actitudes de los invitados imagina cuando es una persona que entra de nuevas en la familia.
Puede que la primera impresión no sea buena y eso será algo que costará mucho sacarse de encima. Además, está el añadido de que conocer a toda una familia el mismo día y en un evento festivo como este puede ser apabullante. Y piensa no sólo en tu pareja, sino también en esos familiares que puede que no te dejen en buen lugar. Ten en cuenta que es muy probable que tendréis que contestar preguntas tales como "¿y vosotros, para cuándo?", así que preparad la respuesta antes de ir.
El recuerdo en las fotos
Más allá del compromiso que tengas con tu pareja hay algo que puede ayudarte a decidir si quieres que esté en la lista de invitados de la boda de un familiar: ¿estás dispuesto a verla en el álbum de fotos aunque la relación no continúe? Las fotos, y el vídeo, están ahí para recordarnos momentos felices pero también lo que falló o posibles errores.
Si no estás segura de querer verla años después cuando rememores ese día puede que no sea buena idea que lleves a tu pareja como acompañante a la boda de un familiar. Y que no es lo mismo cuando quien se casa es la prima del pueblo que cuando lo hace tu hermano, la vinculación y presión es mayor cuanto más cercanos son los novios.
Además, ten en cuenta que es una decisión que no sólo te afecta a ti, sino que es algo que ataña a la familia, porque al fin y al cabo lo que se trata es de determinar si esa pareja forma parte de la misma.