Quizá sin saberlo estás sufriendo las consecuencias de tener que convivir con una persona que tiene un comportamiento pasivo-agresivo, que numerosas veces boicotea de forma sutil tus proyectos y planes, elude sus responsabilidades, olvida frecuentemente tareas que tenía que haber hecho y que intenta contagiarte su pesimismo vital, aunque a simple vista parece que no discute nunca, ni apenas se altera aunque a su alrededor estén cayendo bombas del cielo.
A la persona pasivo-agresiva le fastidian sus propias obligaciones personales (trabajo, estudios, pareja...) quejándose continuamente de lo mal que está, y suele culpar a los demás de sus propios problemas, sin darse cuenta que es su propia conducta y su forma de hacer las cosas la que le está creando dificultades. Además, la figura de autoridad como un jefe, el profesor, los padres? es percibida como una persona injusta y de carácter dominante, aunque realmente no lo sea y su petición fuera completamente razonable.
Probablemente estés pensando en alguien de tu entorno que actúa tal y con lo que estamos explicando empiezas a entender muchas situaciones que has sufrido debido a su extraño comportamiento. Las personas pasivo-agresivas tienen otros rasgos de su personalidad característicos, siendo generalmente personas apáticas, dando la impresión de que nada les interesa, de perfil distraído y con tendencia a la pereza. También suelen ser lentos, torpes e ineficaces, perdiendo el tiempo muchas veces deliberadamente, realizando mal su trabajo, olvidando sus obligaciones y obstruyendo las de los otros, ofreciendo resistencia a las peticiones de los demás con el fin de irritarlos o de evitar que se les vuelva a encomendar esa tarea. Si se les recrimina, se asombran y se enfadan, pues piensan que hacen las cosas mucho mejor de lo que los demás dicen.
Ejemplos del día a día de una persona pasivo-agresiva
- Su esposo/a se suele quejar de que no asume ningún tipo de responsabilidad en su hogar, y sus jefes y compañeros de trabajo se quejan de que pospone las tareas y que evita acatar las normas en el trabajo.
- Cuando alguien le pide que haga algo y esta persona no lo quiere hacer, en lugar de decir abiertamente que no, mostrará su malestar reaccionando con una provocación pasiva y enfadándose, pero será incapaz de negarse abiertamente o de discutir con la otra persona para negociar la tarea positivamente. Al final realizará la tarea, pero frecuentemente la hará tarde o mal, boicoteándola conscientemente aunque esto suponga un perjuicio para él mismo.
Tratamiento del comportamiento pasivo-agresivo
Este comportamiento puede tratarse con ayuda psicológica, bajo terapia cognitiva ? conductual, para ayudar a la persona a identificar su forma de hacer las cosas y de pensar, y una vez tome conciencia de ello poder cambiar sus conductas. Si no se corrige, la inadaptación social se irá agravando, así como su apatía y desinterés, volviéndose cada vez peor a medida que envejece, y siendo frecuente que acaben refugiándose en el consumo excesivo de alcohol u otras dependencias.
En una terapia se le hará ver que las dificultades no las producen los otros, sino su propia forma de pensar, así como también se le hará reconsiderar los pros y contras de sus modos de actuación, de su comportamiento inadecuado y de sus pensamientos erróneos.