Al hablar del 14 de febrero pensamos en parejas felices, que se quieren y que pasean agarradas de la mano. Pero, ¿si tu relación no es tan perfecta?, ¿si no pasa por el mejor momento?, ¿si no estás siquiera seguro de seguir enamorado de tu pareja?
San Valentín puede convertirse entonces en una auténtica tortura que no solo se limita al día en sí que se celebra, sino que se extiende por las semanas previas en que la televisión y los comercios nos bombardean con anuncios de qué hacer y qué comprar el 14 de febrero.
Cuando tu relación está en crisis resulta duro sobrevivir a este día y nos hace plantearnos si realmente merece la pena celebrar algo que no sabes si aún sientes.
Sé sincero contigo mismo
Lo primero que has de hacer si piensas que estás pasando por una crisis con tu pareja y ves con auténtico pánico como se acerca el 14 de febrero es ser sincero contigo mismo. ¿Qué os está pasando? ¿Quieres arreglar las cosas o no? ¿Se trata de una crisis pasajera o algo peor? ¿Te has planteado la separación?
Estas preguntas debes hacértelas a ti mismo, pero también a tu pareja. La comunicación es algo fundamental en cualquier relación aunque a veces la demos de lado. Creemos saber lo que piensa y siente la otra persona, al fin y al cabo estamos con ella,. Pero no siempre somos capaces de ponernos en su lugar.
En ocasiones -muchas más de las que a veces imaginemos- hay que ponerse frente a tu pareja y preguntarle cómo cree que os va, dónde os ve el día de mañana o si lo vuestro tiene futuro. No es plan de atosigar al otro, pero sí está bien saber si estáis en el mismo punto. Evita posteriores malentendidos.
Una vez que sabes en qué punto estás y hacia dónde quieres ir es cuando has de empezar a plantearte qué hacer en San Valentín. Si estáis en crisis puede ser un momento perfecto para revitalizar lo vuestro. Pero también puede ser lo que os lleve a plantear una separación.
Para recuperar la relación
Si quieres luchar por tu relación y hacer que se fortalezca San Valentín es el momento ideal para conseguirlo. Para celebrar el amor nada como hacer planes con tu pareja, incluso pueden ser una sorpresa para la otra persona.
El caso es que vea lo mucho que le importas y que estás dispuesto a poner de tu parte para superar la crisis. Piensa planes que puedan ayudar a que lo vuestro mejore. De antemano vamos a darte algunas propuestas que pueden funcionar.
Una velada romántica con su ramo de flores y cena a la luz de las velas es un signo claro de que la otra persona te importa. Es un cliché pero deja claras tus intenciones. Luego has de cuidar los detalles, como comprarle algo que vio hace tiempo en un escaparate o preparar algo que sabes siempre quiso hacer. Muéstrale que te fijas en las pequeñas cosas y que recuerdas lo que te dice.
Prepárale un álbum de fotos con vuestros mejores momentos juntos, una lista de música con temas que sonaron en momentos importantes de vuestra relación o cualquier otra cosa que se te ocurra para hacer que se sienta especial, querido.
Recuperar la chispa en la cama
A nadie se nos escapa que la falta de sexo es uno de los motivos que está detrás de una crisis de pareja en numerosas ocasiones. Si es tu caso prepárate para ponerle remedio. Olvídate de los planes románticos y pasa a los prácticos en el terreno sexual.
Si tu pareja te comentó alguna vez cierta fantasía especial o que quisiera hacer algo diferente en la cama toma la iniciativa y prepara el terreno. Una visita a un sex shop puede ayudarte a la hora de tener ideas o poner en marcha tus planes.
Lo importante en estos casos es dejar la vergüenza a un lado y dejarse llevar. Puedes reservar una habitación en un hotel para romper con la rutina y celebrar de un modo diferente San Valentín.
Si no hay nada que hacer
Cuando vuestra relación ha llegado al punto que no ves manera de seguir adelante y ves la separación cada vez más cerca es momento de asumirlo. Si no se puede hacer nada por salvarla es mejor dejarla antes de que os hagáis más daño.
En esos casos el simple intento de celebrar San Valentín puede hacer que las cosas se pongan aún peor, que la relación se tense más y que acabéis el 14 de febrero con una bronca monumental. No es la mejor forma de acabar con una relación, aunque ya veas que está abocada a la separación.
Llegados a este punto puedes optar por tener una conversación con tu pareja antes de San Valentín y decidir si seguís intentándolo o ya lo dais por finalizado. Si no quieres hacer frente a ese momento y esperas más tiempo lo mejor es que el día de los enamorados no organices planes especiales. A buen seguro que solo servirán para complicar más las cosas y haceros más daño el uno al otro.